Como definición general, podemos retener que la radiestesia es un arte adivinatorio de captación, detección e identificación de ondas y campos electromagnéticos emitidos por cualquier objeto material, por cualquier ser vivo y por cualquier otra energía invisible que se encuentre en la Tierra y en todo el Universo.
Por lo tanto, el zahorí es capaz de detectar ondas y energías vibratorias, invisibles a simple vista, ya sea cerca o incluso lejos. Puede así localizar objetos extraviados, una persona desaparecida o un animal perdido, descubrir manantiales o aguas subterráneas, pero también ayudar a establecer o confirmar un diagnóstico médico cuestionando el ritmo vibratorio de la persona en cuestión.
Las vibraciones y energías que son la base de la radiestesia lo son también para cualquier otra técnica energética, como por ejemplo la geobiología, el feng shui, el magnetismo o el reiki.
¿PUEDE LA RADIESTESIA RESPONDER TODAS LAS PREGUNTAS?
La radiestesia puede responder cualquier pregunta:
- Del tipo “pregunta cerrada”, es decir, haciendo la elección entre dos propuestas posibles.
- Tipo dicotómico o tricotómico (sí/no o verdadero/falso o incluso sí/no/neutro). El autor de la pregunta formula preguntas precisas y, por exclusión, se acerca cada vez más a la verdad final.
- O, en caso de que estas preguntas no sean suficientes, puede recurrir a tableros o diales adecuados que le darán una respuesta más precisa. Estos tableros también se pueden usar para detectar una dirección en la que el zahorí no ha pensado antes. La elección de tablas es infinita, y cada zahorí puede hacer la suya según sus necesidades.
Se puede obtener información exacta sobre un lugar, un objeto o una persona, pasando por su estado vibratorio. Así, se puede cuestionar la cantidad, composición, naturaleza de un objeto. El solicitante puede abordar preguntas sobre el estado de salud de una persona, pasando por el índice vibratorio o el índice de vitalidad.