PRESENTACIÓN
Mi nombre es Nicolás Debouver. Nací el 12 de mayo de 1986, en el norte de Francia, cerca de Lille.
Debido a la falta de oxígeno al nacer, tengo una discapacidad motora.
Me eduqué de dos a veinte años en establecimientos especializados dentro de la Association des Paralysés de France, lo que me permitió aprender muchas cosas, como cualquier otra persona en la escuela.
Descubrí el magnetismo a la edad de 7 años, cuando mi madre me llevó a ver a un practicante para que me ayudara con mi discapacidad.
Durante año y medio las sesiones me fueron beneficiosas y me permitieron evolucionar.
Durante las sesiones hay un calor intenso y comprobamos que soy muy receptivo.
Un día, el educador se siente mal durante la sesión. Instintivamente, pongo mis manos sobre él para ver si está bien
, una oleada de energía lo trae de regreso a él y nos damos cuenta que yo también puedo ejercer este don.
A raíz de esta observación, decidimos comenzar las primeras etapas de mi aprendizaje.
El mismo año, en mi lugar de vacaciones, conozco a un hombre bastante extraño. Resulta que este hombre también tiene un don similar al mío.
Desde hace más de año y medio me muestra cosas magnetizantes y también me deja aprender mucho por mi cuenta y descubrir mi propio camino.
Poco antes de su muerte, me entregó sus dones y me enseñó a usarlos, diciéndome que además de los míos puedo continuar con mis experiencias y que notaré la diferencia.
Empiezo entonces mi camino hacia la espiritualidad. Cuando él muere, me encuentro solo, así que tuve que seguir aprendiendo por mi cuenta.
Desde 2004, soy miembro de la Federación Francesa de Bioenergía.
Practico este arte desde hace varios años y comparto mi don con muchas personas que se encuentran con problemas de salud, físicos o psicológicos.
Hasta la fecha he alcanzado un nivel muy eficiente que me permite entrenar a ciertas personas predispuestas al magnetismo.
Al mismo tiempo sigo formándome interesándome por todo lo relacionado con la espiritualidad y la energía: Litoterapia, Radiestesia, Geobiología....
